La utopia de ser docente. Hugo R Tegaldo

POST TITULO EN CONTEXTO DE ENCIERRO
TRABAJO FINAL EEM Nº Padre Carlos Mujica.Junin

MATERIA: FILOSOFIA
PROFESOR: FRANCISCO MINA
ALUMNO:
Tegaldo Hugo Ricardo
AÑO: 2010

Antes de comenzar este trabajo, leí todo lo posible, logre como lo suponía una mezcla de bronca y confusión, una encrucijada, pero movilizadora para dar nuevas “peleas” en este desafió que nesecita mas que nunca de la “utopía” de ser docente en este contexto, que no definiría de encierro sino de limite entre “entrar y salir”.

En este momento el noticiero muestra el motín y el incendio de una cárcel de Chile, la muerte de 80 internos ¿Cómo sigo?, la nave carcelaria de los expulsados se acaba de hundir con 80 vidas.

Esto me hace reflexionar sobre el adentro y el afuera, ellos estaban adentro, ahora están afuera, pero sin posibilidades. Camilo escribía “de este lado solo se sale con el arte o un titulo en crónica o en TN, donde dicen un villero ladrón abatido”.

…tengo la fortuna de caminar por lo pasillos de la unidad con los internos, salir del ámbito escolar y meternos en la cárcel de los pabellones, romper, con la formalidad de ellos por la izquierda y nosotros por la derecha, ir charlando juntos, mezclados, confundidos unos con otros, vamos a la panadería, donde ese día se hace la practica y eso implica trabajar para ellos y sus visitas. En ese ámbito aprenden sin darse cuenta, y cuando eso pasa ya es tarde.

Esta experiencia de dar clase fuera del aula o del espacio destinado a la escuela fue un desafió para ambos, alumnos, docentes y una molestia para el servicio penitenciario. Primero me custodiaban hasta el lugar donde hacemos la práctica y debemos cruzar casi todo el penal, incluso el puesto de control central, clave para la supuesta toma de un penal. Después de un tiempo logre desprenderme de esa compania que como escribe Camilo Blajaquis “en el bosque de pasillos, sus miradas incomodan, sofocan, intimidan”.

“Nadie es mas en la pedagogía liberadora”.

…el desafío reside en construir una escuela que pueda dar respuesta a las nesecidades educativas de los sujetos que se encuentran privados de la libertad y la relación y los cruces entre nuestras practicas educativas y la lógica propia de las instituciones de encierro, uno de los puntos es el modo de funcionamiento. Sobre eso tuve que trabajar y mucho con la colaboración del director de la escuela para obtener el permiso de caminar con ellos por los pasillos sin custodia, demostrando que no son peligrosos para la parte educativa que a nosotros nos compete.

Las personas que habitan las cárceles no están “fuera” de la sociedad sino que son tan parte de ella como cualquier “nosotros” que intentamos construir. Por eso en la escuela, en nuestra escuela, entre los “perdidos y sin futuro” y los docentes que afortunadamente no pensamos asi cabe preguntarnos como dicen Barman ¿Qué podemos hacer juntos?

…en este microemprendimiento para el cual los preparo, hablamos mucho sobre la imposibilidad de conseguir trabajo en una sociedad basada en la circulación financiera, que más alla de discriminarlos por su condición de “ex”, poco precisa demás individuos para su funcionamiento. Por eso mismo lo que provenga de la iniciativa personal los va a sacar adelante.

…muchas veces se critica la elección de los docentes carcelarios, por la forma en que la misma se hace, pero educar en estos contextos como dice Paloma Herrera no es una tarea neutral. De ahi la importancia de la elección de los mismos, que mas allá de lo pedagógico necesitan un grado de compromiso y de calor humano distinto al que seria preciso para una “escuela del afuera”.

…el docente realiza una apuesta al ofrecer herramientas, despertar inquietudes y encender algún deseo. Creo estar trabajando en pos de eso, de darles herramientas de inclusión social, de ayudarlos a escribir su propia historia.

Mucho de los alumnos que han estado trabajando y estudiando en mis clases, al ser de Junín, tengo la posibilidad de estar en contacto con ellos, pasan por casa a contar como le va o a pedir ayuda, o una palabra alentadora para alguna situación problemática por la cual están pasando. Estamos cumpliendo un rol que mas allá de no molestarnos, lo digo desde lo personal, debería cumplir el estado por intermedio del patronato del liberado y no lo hace.

El día del fin de la sentencia, el retorno a la mugre más ancha y con más población, el regreso al asfalto, el regreso a la desazón, al motor que carbura igual de desigual que el tiempo previo a la caída en cana. Volver a los quilombos familiares, sociales, habituales, inevitables, eternos y necesarios para la locura dominante.
patrón que te mira la tumba en los gestos y niega el laburo, comerciante que tiembla cuando entras a comprar producto cual fuese, puertas que se cierran al paso de tus pasos, ventanas que vigilan, vecinos que se persiguen, sociedad absoluta que te dá la espalda y te exige que busques alguna salida en la misma espalda mugrienta, y en la espalda dibujas un mapa, en el cual observas y decidís cual zona es favorable y digna de un atraco esplendoroso.

Volver a lo mismo, las alternativas siguen siendo las mismas, los egoístas siguen siendo lo mismo, el fastidio es el mismo, el caos es el mismo, ¿como ser anomalía en un diseño químico tan perfecto?
Territorio se desplazan, placas de tierra se van moviendo, arriba del bloque vas tambaleando como en una isla, más solo que el chavo adentro del barril, remando contra la corriente, sin remos y sin brazos, los brazos llevan un arma dispuesta a enfrentarse la muerte, la preferida por muchos es llevándose a uno, si es de uniforme mejor.

A pesar del panorama esquizofrénico, de la proyección contaminada y del silencio que abunda en los ratos de vida de hoy, aparece una grieta en el camino que te invita a fugarte del quilombo, para encontrarla no se trata de decidir, ni de conductas ejemplares ni honestidad falsa mucho menos identidad material, ese hueco para escaparse de esta dimensión es un botón implementado adentro de uno,
¿quien se anima a apretarlo?

Camilo Blajaquis

¿Seremos los docentes en contexto?