¿Cómo lograr desde el rol docente captar el interés de los alumnos?
¿Cómo estimularlos a aprender?
¿Cómo estimularlos a aprender?
Castaño Andrea
Cozzo Laura
Jara Daniel
Reynoso Alcira
Muchas veces, como docentes, comentamos que cuando ingresamos al aula, la mayoría de los alumnos no advierte nuestra presencia o no se interesa por ella, siguen inmersos en su mundo, en un juego compartido con sus pares; situación que nos preocupa y produce desilusión, dado que uno se presenta con la mejor predisposición, dispuesto a ejercer su rol: el de enseñar, educar y recibe desinterés; esto nos lleva a preguntarnos ¿Cómo lograr desde el rol docente captar el interés del alumno? ¿Cómo estimularlo a aprender?. No es tarea sencilla encontrar las motivaciones que logren aprender y enseñar, pero de seguro, no imposibles, abra que buscar los caminos que conduzcan a tal fin.
Coincidimos con los alumnos del tramo pedagógico de 2009 al sostener que la escuela sigue siendo el mejor ámbito donde los ciudadanos pueden pensar y proponer soluciones a los problemas en un clima de diálogo.
Lo cierto es que son escasos los chicos que acuden a clases motivados, con ganas de aprender y con disposición y actitud de querer “enterarse” de todo, por lo que aparentemente hay un letargo intelectual con tendencia a generalizarse.
Cada vez son menos las actividades que los animan a la acción. Por comentarios que hemos escuchado de profesores, incluso universitarios, se observa que aquellas clases en donde la participación activa es permanente ellos tratan de intervenir, pero siempre anteponiendo la necesidad de una evaluación, no por el solo hecho de aprender, sino para obtener un resultado.
Uno de los motivos por lo que estos estudiantes pierden el entusiasmo puede ser debido a que las clases se distancian bastante en cuanto a la metodología que ellos vivencian a diario: la tele, el video, el celular, Internet, etc., todos audiovisuales, mientras que las clases no tienen nada de eso, lo ideal sería adaptarlas a esos medios para que los alumnos hallen relación entre lo que escuchan en la escuela y lo que viven a diario, es decir actualizar y utilizar estrategias y enfoques de enseñanza.
En el campo de la educación todos debemos ser muy creativos y competitivos para lograr despertar en los educandos el dormido interés, lo importante de todo es que como educadores seamos proactivos, propositivos y siempre dispuestos al cambio por el bien de la comunidad estudiantil.
En la actualidad vivimos en un mundo rodeado de mucha tecnología, que hace que los jóvenes se hagan mecánicos y no les interese para nada el estudio, no ejercitan la mente. Si a un numero de 30 estudiantes preguntamos quien ha leído determinada obra literaria solo uno o dos son los que responden que si, el resto es la primera vez que la escuchan nombrar.
Pero la culpa no es de ellos. La culpa es del entorno; padres muy ocupados o en su defecto se han marchado, maestros poco motivadores que en ves incentivar piensan que su labor es juzgar o castigar.
Pero la culpa no es de ellos. La culpa es del entorno; padres muy ocupados o en su defecto se han marchado, maestros poco motivadores que en ves incentivar piensan que su labor es juzgar o castigar.
los maestros , debemos prepararnos y estar a la par con lo que nos presenta la vida moderna, no para demostrarles que somos seres superiores sino más bien, personas iguales a ellos y que es de ellos que aprendemos cada día más. Que lo único que tenemos de diferencia es la edad y el hecho de que estamos para transmitir y orientar sus conocimientos y desarrollar sus destrezas.
Todos coincidimos en que la educación debe cambiar su esquema actual para que con ella evolucionen sus educandos, algunos opinan que inicialmente lo ideal sería enfocar las destrezas de cada alumno para así brindarles el conocimiento que ellos requieren pero no solo para aprender sino para crear, con el fin de motivar la autoinvestigación. Por esta razón es conveniente aplicar las llamadas Inteligencias Múltiples, tarea que debe empezar desde temprana edad para ir modificando la estructura de los contenidos, así el maestro no deberá preocuparse sino por ser su guía en dicho proceso.
La escuela actual está diseñada para fragmentar el conocimiento… es en teoría un reducto del fordismo... No hay tiempo para pensar, ni para compartir a la luz de una idea de contenido social, investigativo o artístico. Los estudiantes no han adquirido la cultura de aprender a pescar, la escuela les ha entregado el pescado ya listo en la mesa. Son muy pocos los jóvenes que se salen de este esquema. Una posible respuesta sería que: Hay una estructuración en sus hogares que se ha convertido en hábito y poco a poco ellos se van acomodando a los aspectos y requerimientos que les proporciona la escuela y la vida misma. También es cierto que hay algunas escuelas, muy pocas, que han cambiado el paradigma conductual, basado en entregar informaciones. Son escuelas alternativas donde prima el enseñar a pensar, es el baluarte esencial donde habita también la inteligencia colectiva y un sin número de estrategias dispuestas para este fin.
Seguimos planteando que es el estudiante en algunos casos, otro decimos es el docente. Asistimos a un cambio de época y creo que es desde aquí donde debemos partir. Primero debemos cambiar nuestros propios esquemas mentales que son los que nos impiden entender muchas veces lo que ocurre en la realidad. Otro aspecto es entender ¿Qué es el aprendizaje? Este va más allá de acumular conocimientos, tiene que servir para transformarnos como personas y descubrirnos que queremos ser, en consecuencia debemos partir de conocer como aprendemos y profundizar en aquellos procesos del pensamiento que nos ayudan a aprender.
Esto nos lleva a plantearnos como aprender a aprender y también como aprender a desaprender para romper con todas las creencias que tenemos.
Esto nos lleva a plantearnos como aprender a aprender y también como aprender a desaprender para romper con todas las creencias que tenemos.
El mejor mecanismo es el de generar una buena comunicación, fluida y participativa entre quienes enseñan y quienes aprenden; de ese modo podemos lograr tener una pequeña visión de lo que pueda llegar a interesarles a los jóvenes y actuar en consecuencia. Rescatamos la frase de de Daniel Lepore, que dice “hoy día los chicos no se ven motivados en clase por lo que se les enseña, pués ven que muchas de esas cosas que aprenden no van a ser utilizadas por ellos en el futuro”; desde este punto de vista debemos replantearnos que cosas pueden ser útiles y de interés ¿ cómo nos relacionamos y transmitimos los conocimientos?, son preguntas indispensables para tratar de garantizar el desarrollo de competencias básicas para su inserción en el mundo del trabajo en una sociedad que cada vez resulta más exigente y compleja.
Tener presente las características propias de la edad de los alumnos, nos permite pensar y planificar las temáticas a trabajar, también serán necesarias para cambiar nuestra manera de vincularnos con ellos.
Según Paulo Freire, “el diálogo es este encuentro de los hombres…”; “…los hombres que carecen de humildad, o aquellos que la pierden, no pueden aproximarse al pueblo. No pueden ser sus compañeros de pronunciación del mundo….En este lugar de encuentro no hay ignorantes absolutos ni sabios absolutos: hay hombres que en comunicación, buscan saber más”.
Esta frase nos lleva a pensar que una buena comunicación con los alumnos, que genere confianza y que nos coloque en una posición horizontal en cuanto a evitar demostrar que existe cierto nivel de poder o autoridad con respecto a ellos, ayudara a vincularnos mucho mejor y lograr que la clase sea un espacio organizado, donde haya intercambio de ideas , de propuestas , donde nos escuchemos todos, donde podamos debatir , ver qué cosas interesan, etc. de seguro harán menos rígida la forma de enseñar y creará un clima agradable que propiciará , aunque sea un momento, la atención de los chicos.
Pensar clases prácticas, proyectos que incluyan herramientas tecnológicas con la que los chicos están en contacto a diario, experiencias, salidas extraescolares para visitar museos , muestras de arte, granjas ,etc. pueden ser opciones para que ellos se “ enganchen” en el aprendizaje de ciertos temas.
Debemos buscar “la vuelta de tuerca” para lograr de algún modo transmitir nuestros conocimientos y que los alumnos se interesen por ellos, educar con libertad sin opresión, sin imposición.
Paulo Freire “…la confianza va haciendo que los sujetos dialógicos se vayan sintiendo cada vez más compañeros en su pronunciación del mundo…”; “…el diálogo….Sin él no hay comunicación y sin esta no hay verdadera educación…”.
Dar protagonismo a los alumnos es importante para que aprendan a organizarse, proponer y demandar como sujetos de Derechos, permitir el desarrollo de sus expectativas, trabajar sobre el respeto, la convivencia, es decir, que haya una participación activa del alumno con relación a sus Derechos y Obligaciones, para ello es necesario que exista el diálogo, la comunicación entre adolescentes y adultos.
¿Cómo comprender a los jóvenes? ¿Cómo entender que lo que nos interesaba a nosotros en la época en que fuimos alumnos ya no es lo que motiva a los alumnos de la actualidad? Debemos aprender a valorar al alumno como ciudadano, como sujeto de Derecho , reconocer sus potencialidades, hacer los saberes más accesibles, lograr enseñar con disuasión y no con imposición, brindar contención y escucha, comprensión para que el alumno pueda expresarse sin miedos y hacer valer sus ideas y expectativas.
En esta sociedad compleja en la que vivimos, donde la violencia es uno de los temas más preocupantes, creemos que el diálogo, la comunicación son indispensables para generar conciencia y una alternativa posible en la resolución de problemas y conflictos, de hecho promover la capacidad de dialogar, de escuchar, de negociar evita que la violencia sea respuesta. Establecer códigos de convivencia basados en el respeto mutuo, tratar problemáticas en el aula (adicciones, violencia , sexualidad, falta de límites, etc.), pueden ser alternativas para lograr disciplinar y hacer que se tome conciencia de que la violencia no conduce por buen camino.
Si la educación tiene como meta lograr estudiantes razonables, deben ser aquellos que puedan al mismo tiempo pensar y reflexionar sobre las asignaturas de su instrucción.
La asignatura debería presentarse a los alumnos como algo que se acoge con alegría, como algo que uno mismo debe descubrir y apropiarse, no como algo ajeno e intimidatorio. Habría que sacar a la luz y cultivar en cada materia las habilidades de razonamiento. Y dentro del aula deberían dedicarse a razonar, investigar, autoevaluarse, hasta convertirse en una comunidad que explora.
Debemos estar preparados para oír repetidamente que la meta de la educación es crear alumnos reflexivos y razonables, y que esto puede lograrse enseñando habilidades de pensamiento.
Si la experiencia escolar fuera tan rica y tan significativa como de hecho puede ser, no veríamos niños detestando su vida escolar, como de hecho hacen tantos.
Las escuelas que consideran que la educación es su misión y objetivo, son escuelas que se dedican a ayudar a los niños a encontrar significados apropiados para sus vidas.
Debemos, como educadores, hacer algo para capacitar a los niños para que conciban alcanzar el sentido por sí mismos. No conseguirán dicho sentido aprendiendo los contenidos del conocimiento de los adultos. Debemos enseñarles a pensar, y en concreto, a pensar por sí mismos. Pensar es la habilidad por excelencia que nos capacita para lograr significados.
Es decir, que la meta que debemos tener como maestros es que los alumnos sean más reflexivos, más razonables.
Desafortunadamente, no hay una fórmula mágica para motivar a los estudiantes. Hay además diversos factores que afectan a la motivación de un estudiante dado a la hora de trabajar y aprender:
- Interés en la materia de la asignatura
- Percepción de su utilidad
- Deseo general para lograr la meta de superar la asignatura
- Auto-confianza y auto-estima.
- Paciencia y persistencia.
Y, claro, no todos los estudiantes se motivan a través de los mismos valores, necesidades o deseos. Algunos serán motivables por la aprobación de terceros, otros por desafíos o retos.
Hoy por hoy podemos decir que el mayor problema que surge en los educadores es la falta de unidad en la experiencia educativa. La parcelación del día escolar refleja la fragmentación general de la experiencia. El resultado es que cada asignatura se convierte en algo autosuficiente, como compartimento estanco, perdiendo relación con la totalidad del conocimiento humano.
Hoy por hoy podemos decir que el mayor problema que surge en los educadores es la falta de unidad en la experiencia educativa. La parcelación del día escolar refleja la fragmentación general de la experiencia. El resultado es que cada asignatura se convierte en algo autosuficiente, como compartimento estanco, perdiendo relación con la totalidad del conocimiento humano.
En el año 2005 se publicó una guía para crear un ambiente de aprendizaje con alumnos fuertemente interesados y participativos, la misma fue recomendada por el Dr. William Klemm de la Universidad A&M de Texas, EE.UU. Esta guía a modo de síntesis determina: 1) INSTAR A LA PARTICIPACIÓN: No se debe permitir que la misma sea opcional. 2) QUE LOS ALUMNOS FORMEN EQUIPOS DE APRENDIZAJE: Ayudar a los alumnos a trabajar en equipo es bueno en sí mismo, participar les provee un poderoso incentivo para interesarse. 3) HACER LAS ACTIVIDADES INTERESANTES: Al elegir un tema de estudio (o el enfoque con que se da un tema de estudio) asegúrense de que los alumnos tengan una razón para interesarse. Recurran a las experiencias de los alumnos, a sus intereses, a su afectividad y a sus aspiraciones. También puede ser una buena idea incentivar a los alumnos a que "inventen" algunos de los temas, especial-mente si Uds. les proporcionan un marco temático que los guíe para que vayan hacia dónde Uds. quieren que vayan. Si es un trabajo o proyecto en equipo, dejen que los alumnos elijan el tema, dentro de los límites de los objetivos a lograr. 4) NO PERMITIR QUE EL ALUMNO SOLO EXPRESE SUS OPINIONES: Los docentes deben insistir en que las opiniones solas no son suficientes. Deben estar apoyadas en datos fehacientes y en un discurso racional y, además, re-examinarse a la luz de los que los demás de la clase piensen. Esto es válido también para el docente. Es importante en este punto que el docente no descarte ninguna intervención, sólo porque no está de acuerdo con lo que piensan, y que la someta al consenso de la clase. 5) ESTRUCTURAR LA ACTIVIDAD: Proporcionen a los alumnos guías para ayudarlos a pensar en cosas para manifestar en sus intervenciones que tengan relevancia para el aprendizaje. 6) HACER QUE ELLOS EVALÚEN A SUS COMPAÑEROS: Díganles a los alumnos al comienzo de la actividad que al final se les pedirá que le pongan nota a la importancia de las intervenciones de los demás, repitiendo lo que han aprendido de cada intervención. 7) SOLICITAR QUE ENTREGUEN UN TRABAJO POR ESCRITO: Deben producir un "resultado" acerca de cada tema. Esta forma de actividad capitaliza todos los beneficios de la teoría constructivista, que sostiene que los alumnos aprenden mejor cuando tienen que integrar, sintetizar y aplicar la información creando un trabajo que refleje lo aprendido. 8) SABER LO QUE COMO PROFESOR SE DESEA OBTENER Y PONER EL ESFUERZO EN CONSEGUIR QUE SE CUMPLA: Más allá de la actividad específica de aprendizaje, el docente debe tener claro qué es un "trabajo de calidad" y debe intervenir mientras el trabajo, el tema o la clase se desarrollan para guiar a los alumnos en la dirección correcta. (http://www.thejournal.com.)
FUNCIONARÁ???, solo hay que ponerlo en práctica, lo cierto es que no dista demasiado de lo que se ha querido explicitar en este trabajo.
A continuación decidimos incluir la opinión de la abuela de uno de los integrantes del grupo, que interesada por el tema, colaboró con su visión sobre la educación, cabe destacar que Elba, es una mujer de 85 años, la que ha recibido una educación distinta a la actual y fue una gran educadora, ella dice: “En el hogar se ha perdido la importancia de los valores: el respeto, el conocimiento de la dignidad, la humildad, la moral y la importancia del diálogo; dado que es en el seno familiar donde recibimos la primera educación que se complementa en las instituciones educativas.
Debemos reconocer que la escuela elabora todos los conocimientos que corresponde y los transmite. Los “valores” en el hogar, función tan importante que ejercen los padres a sus hijos, se han descuidado; de la familia se recibe la buena educación y costumbres y por ello es tan primordial que exista una buena comunicación entre sus miembros para luego poder relacionarse en otros ámbitos como por ejemplo el escolar; vuelvo a repetir, de la escuela obtenemos los conocimientos.
Ha transcurrido el tiempo, pero aún hay espacio para las buenas experiencias a favor a nuestros queridos hijos y jóvenes…”
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