Bienvenidos

Este blog es un lugar de escritura. Podes encontrarte con poesías, con crónicas, con apuntes de filosofía, con ideas en gestación, con escritos de alumnas y alumnos... podes encontrarte. La fotografía del cóndor volando en libertad, la saqué en el Cerro Tronador, muy cerca de Bariloche. Me llamo Francisco Mina. Cocino bien, jugaba al futbol, sigo andando en bicicleta, y soy profesor de Filosofía en educación terciaria en Escobar y Campana (Argentina al sur)

martes, 31 de diciembre de 2013

perfume

Me gusta tu perfume de barrio
el que vende la señora
que también te trae los jabones
que te quedan tan bien, tan perfumados.

El otro día abrí tu puerta,
sentí tu olor
y me hizo recordar a los jazmines
de alguna lluvia del pasado.

Francisco Mina
Verano del 2013

A Gabriela, mi compañera de camino.

miércoles, 6 de noviembre de 2013

Rama

Casi olvida los zorzales
que la andaban campaneando
cuando estiraba las hojas
para ir apurando al sol

La eligieron dos horneros
y una pareja de novios

Supo esconderse del mulo
que la quiso hacer culata

Por poco termina en leña,
una tabla...
cuatro patas.

Recordando a los zorzales
el Rama la hizo sonar

Francisco Mina
(Ramiro me reparó su primer guitarra)
noviembre de 2013

El mundo prometido a Juanito Laguna (Armando Tejada Gomez)

La poesía de armando Tejada Gomez y la música de Cesar Isella
La voz de Mercedes Sosa


El mundo prometido a Juanito Laguna


El cielo de zinc de Buenos Aires
agrisa las villas de cartón.
Juanito Laguna es la niñez
de ese color, de ese color, de ese color.

Arrorró mi sol. Todos los niños
traen bajo el brazo un sueño-pan,
mundo prometido a su candor,
que su candor de niño y Juan
no entenderá.

No se me vaya a dormir,
Juanito del sueño-pan,
que al sueño del niño pobre
lo vela la soledad.
Arrorró, que no hay harina
y si te duermes, vendrá
el diablo de la laguna
a morder, a quemar
la asombrada ternura del pan.

Todo niño es Juan. Todos los niños
juegan con Juanito a despertar.
Rondan en sus rondas y después
despiertan Juan, despiertan Juan, despiertan Juan.

Arrorró, mi Juan de todas partes,
porque tu niñez despertará
con un pueblo Juan
de colmena y palomar.

Arrorró, mi pobre Juan, por tu pan.
Vas de amanecer y vendrás
de las entrañas de Juan
horneando el pan de la paz.
Juan, yo he sido niño y tú, Juan
y con tu niño y mi pan
cantará el sueño de Juan.

Vas de amanecer y vendrás
de las entrañas de Juan
horneando el pan de la paz.



Inseguridad y violencia.



Un reportaje a Camilo Blajaquis en tiempo de la campaña electoral de 2013. Un programa de la radio de las madres.

Presente, la mano Aparecida





En septiembre del 2012, la Unión Obrera Metalúrgica de Zárate-Campana, extendió la celebración del dia del metalúrgico con un taller del escultor Sergio San Martín, en el Centro de Formación Profesional 405.
En el acto de apertura el artista afirmo “El taller intenta demostrar que todos podemos y que el arte no es propiedad de nadie”. San Martín es un escultor que trabaja con desechos de metal, componiendo figuras de todo tamaño.

Sergio llevó con gusto en las espaldas, mas bien en la frente y la mirada, el liderazgo de una inquietud colectiva. Luego de algunos rodeos, nos adentramos en un parque inmenso de chatarra para elegir las piezas que luego usaríamos. Mientras la mayoría buscábamos algo, Sergio “se dejaba encontrar” por los fierros. “Tenés que mirar nada mas, y solos te van diciendo que hay que hacer”.

miércoles, 23 de octubre de 2013

Votar es soñar y hacer memoria.

Todavía muchos argentinos proponen el olvido como algo "nuevo".
Nos pasan muchas cosas porque nos pasaron otras: Nos miramos como "sospechosos" porque el terror impuesto por un gobierno que llegó al poder por la voluntad de las armas nos enseño a sospechar de todos. Todavía hay gente que revuelve la basura buscando cartón o comida porque nuestro país se quebró y no pudo sentar a todos a la mesa. Si hoy hay gente que vuelve a la escuela a los cincuenta años para terminar la secundaria, si un ama de casa se pudo jubilar, si un pibe dejó de comer en el merendero del barrio para comer con los hermanos y sus papas en la casa, es también porque algo nos pasó. Si los que torturaron con el poder del estado, y robaron niños y su identidad y "desaparecieron" a sus padres, hoy tienen un juicio con garantías constitucionales y mejores abogados que la mayoría, es porque pasaron cosas en el país. Estamos al borde de una elección democrática mas, y siempre es una alegría renovada.
Una nación es un pueblo capaz de consolidar un proyecto en el tiempo. Es imposible que estemos todos de acuerdo, ni siquiera esta muy claro que sea bueno. El domingo que viene votamos para respetar a las mayorías y a las minorías en sus desacuerdos, representadas en las diferentes instancias legislativas del país. El principal acuerdo es el país mismo, el ruido de las cadenas rotas que cantamos en el Himno. Que la única voz del domingo sea la del pueblo y su voluntad soberana.

Civilización y Barbarie. Barbarie y Civilización. De Sarmiento a Kusch.

Para preparar el trabajo práctico.

(Perspectica filosófico pedagógica didáctica de 3º Años del Profesorado en Economía y Matemática)

Dos videos de Jose Pablo Feinmann sobre el pensamiento se Sarmiento y la posibilidad de pensar
nuestra realidad americana desde nuestra propia orilla.
Los videos se pueden mirar en linea o bajar a la la propia pc.

Filosofía aquí y ahora 


Filosofía aquí y ahora II | La filosofía latinoamericana


martes, 10 de septiembre de 2013

Ley de proteccion de la salud mental. 26657


Ley 26.657
Derecho a la Protección de la Salud Mental. Disposiciones complementarias. Derógase la Ley Nº 22.914.
Sancionada: Noviembre 25 de 2010
Promulgada: Diciembre 2 de 2010

El Senado y Cámara de Diputados de la Nación Argentina reunidos en Congreso, etc. sancionan con fuerza de Ley:
LEY NACIONAL DE SALUD MENTAL

Capítulo I
Derechos y garantías

ARTICULO 1° — La presente ley tiene por objeto asegurar el derecho a la protección de la salud mental de todas las personas, y el pleno goce de los derechos humanos de aquellas con padecimiento mental que se encuentran en el territorio nacional, reconocidos en los instrumentos internacionales de derechos humanos, con jerarquía constitucional, sin perjuicio de las regulaciones más beneficiosas que para la protección de estos derechos puedan establecer las provincias y la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.
ARTICULO 2° — Se consideran parte integrante de la presente ley los Principios de Naciones Unidas para la Protección de los Enfermos Mentales y para el Mejoramiento de la Atención de Salud Mental, adoptado por la Asamblea General en su resolución 46/119 del 17 de diciembre de 1991. Asimismo, la Declaración de Caracas de la Organización Panamericana de la Salud y de la Organización Mundial de la Salud, para la Reestructuración de la Atención Psiquiátrica dentro de los Sistemas Locales de Salud, del 14 de noviembre de 1990, y los Principios de Brasilia Rectores; para el Desarrollo de la Atención en Salud Mental en las Américas, del 9 de noviembre de 1990, se consideran instrumentos de orientación para la planificación de políticas públicas.

lunes, 9 de septiembre de 2013

Presente, la mano aparecida.

En septiembre del 2012, la Unión Obrera Metalúrgica de Zárate-Campana, extendió la celebración del dia del metalúrgico con un taller del escultor Sergio San Martín, en el Centro de Formación Profesional 405.
En el acto de apertura el artista afirmo “El taller intenta demostrar que todos podemos y que el arte no es propiedad de nadie”. San Martín es un escultor que trabaja con desechos de metal, componiendo figuras de todo tamaño.

Sergio llevó con gusto en las espaldas, mas bien en la frente y la mirada, el liderazgo de una inquietud colectiva. Luego de algunos rodeos, nos adentramos en un parque inmenso de chatarra para elegir las piezas que luego usaríamos. Mientras la mayoría buscábamos algo, Sergio “se dejaba encontrar” por los fierros. “Tenés que mirar nada mas, y solos te van diciendo que hay que hacer”.
Estamos hablando de un artista que trabaja en la parición de la belleza, en el borde mismo de lo feo. Un creador de contrastes. Muchas veces la elaboración artística construye belleza desde un orden dado. El mármol, la piedra, la madera, tienen una belleza natural, ligada a los cambios anónimos del viento, del mar, del sol y el hielo. El escultor se introduce en ese flujo de transformación con su propia palpitación. El arte a partir de la chatarra, se introduce en la vida de una materia profundamente transformada. El mármol, hasta llegar a la irrupción del cincel, es silencioso, inmenso, está lejos del ruido del hombre, de sus angustias, de su deseo. En cambio los metales desechados de la industria y el consumo, hablan de la fiebre humana. El arte con chatarra trabaja con la naturaleza humana. No la funde, no la borra, la resignifica. Descubre formas donde aparentemente solo había funcionalidad y ganancia. Genera belleza para contemplar, o sea inútil, a partir de las piezas de la máxima utilidad económica. En este sentido la rentabilidad económica de la chatarra es la pérdida de su forma en la fundición. El arte del desecho busca estas formas a modo de rescate. Desesconde la forma oculta, pervierte el sentido original de la pieza. Rompe la estructura de lo posible para desahogar el deseo. Una montaña de hierros oxidados desechados de la industria, son el término de lo posible, son el agotamiento de lo útil. El arte a partir de estos restos rompe la lógica de la racionalidad para bordear la oscuridad del deseo. Se enfrentan los dilemas humanos del trabajo y el juego. El arte en la chatarra se toma en clave de goce la “seriedad” de un mundo industrializado. Porque en esas montañas no hay solo piezas de la industria. Hay “restos humanos”. Hay sepultado un deseo apagado, un desvelo que llevó a una forma y que luego se agotó en un desprecio económico. En las montañas de hierro oxidado se acumulan las horas de trabajo, los esfuerzos, los diseños, los dibujos, la resolución de problemas, los fracasos, las defraudaciones, las injusticias, las desigualdades. Por esto el arte con chatarra es siempre político.
La máquina de la producción no es igualitaria. Usa al máximo el recurso natural y humano, y luego lo desecha. El arte urbano del hierro usado, es todavía una palabra mas, cuando el trabajo y la materia aparentemente se han silenciado.

Hicimos una mano. Hay algo mas humano que la mano de un hombre? Es una mano abierta que se muestra. No está al servicio de alguna herramienta. Se levanta libre. Sin embargo es herencia de máquinas y fuegos anteriores a su forma.
Es robusta, tensada por músculos y tendones que se muestran dando cuenta del dolor. Abierta porque su palma se muestra limpia, y también abierta porque muestra la intimidad de su interior. La hicimos de a pedazos, como la mano de los trabajadores, que remiendan en sus luchas su propia dignidad hecha jirones. En la aparente tersura de su quietud, esta la sangre, el esfuerzo, el progreso, el desafío, la invención. Pero también está la desaparición, y está el olvido.
La mano estaba ahí, en esa montaña impune, esperando ser olvidada en el fuego de la fundición desmemoriada. Tan cerca del señalamiento de memoria, verdad y justicia que nos despierta para no olvidar a los trabajadores desaparecidos de nuestra fabril ciudad. Es una mano “aparecida”. Es una mano que se alza y grita presente, cuando el poder violento de los años de plomo parecían haberlo callado todo.
Cuando un trabajador mire sus manos al mirarla y reconozca algo que ha perdido, cuando la industria contemple en ella el palpitar humano que la habita, la mano abierta será memoria del trabajo, del juego de vivir y de morir luchando por justicia. Será saludo, caricia, límite firme, amor. Nuestra mano abierta será la popular soberanía.


Francisco Mina
Campana, 8 de septiembre de 2013

lunes, 29 de julio de 2013

Ausencia

Cuando un alumno falta
sucede muchas veces
que le han “dado de traslado”:
lo suben a un camión
con cuatro o cinco cosas,
con otros cuatro o cinco
y lo llevan a otra parte
que no es ninguna parte,
que no es ningún lugar.

Otras veces pasa
que cuando un alumno falta,
le “dieron la libertad”.
Porque el Estado da la libertad
cuando uno la merece,
o sea cuando se pasaron algunos años en la cárcel.

Otras, un alumno falta
cuando tiene “encuentro”:
o sea que la mujer viene a visitarlo
y luego de llenar algunos papeles
y hacer algunos análisis,
disfrutan de la intimidad de estar solos un buen rato.

La última ocasión,
en que un alumno falta,
es cuando esta “en buzones”,
que es una especie de cárcel
en la cárcel,
donde se agrega a la soledad
y el abandono,
el temor a la locura.

Ah, me olvidaba.
Hay algunas veces
que un alumno falta, cuando muere,
entonces se juntan todas las razones,
y hay camiones,
y traslados,
y por fin te dan la libertad,
y se terminan los temores,
y hay encuentros,
y luego de llenar algunos análisis
y hacer algunos papeles
también hay intimidad para estar solos un buen rato.



Francisco Mina
26 de noviembre de 2009
(En memoria de Abel Cisneros, alumno de Educación Cívica de 2 año 3 división, de la Escuela Claudio Lepratti de Campana, muerto de gripe A)

viernes, 26 de julio de 2013

Calesita

Gira la risa

y hace reir a los caballos
Una risa que da vueltas, como la tierra.

Los grandes, quietos
ya no giran
son girados
hacen giros
y miran extrañados.
Ya no rien
por eso han olvidado.

Pero gira la risa...
sigue girando.




Francisco Mina
invierno de 2013

sábado, 13 de julio de 2013

El peronismo como cosa de negros y la leyenda del descamisado gigante. (Por Daniel Santoro)

Como ninguna otra fuerza política, el peronismo tiene una identidad racial de origen que se expresa en apelativos tales como: ”cabecita negra”, ”grasita” o, el mas ecuménico, “los negros”, fruto de una mirada lejana y desatenta que designa al pasar a todo aquello que no sea caucásico. Es fácil imaginar el temor y rechazo que produjo esa masa oscura movilizada en aquellos primeros años fundacionales, mostrando por primera vez la cara mestiza de un país que se creía de blancos europeos. Alguien la designó como un “aluvión zoológico”, un estallido de animalidad imprevisible que posibilitaba desde la destrucción de viviendas para humanos usando pisos y muebles en la cocción de alimentos, hasta el extremo caníbal de la mucama peronista de oscura tez provinciana que cocina al pequeño hijo de una feliz familia burguesa, sirviéndoselo a la hora de la cena. Nuestras ciudades sitiadas por la barbarie resistían el asedio como faros de civilización, pero de pronto el peronismo habilitó el ingreso de “la negrada”; inútiles resultaron los puentes levadizos, cruzó de todas formas como en la peor pesadilla y, con rápido descaro democrático, se entregó sin pudores a las delicias del goce capitalista; sin siquiera un pudor en forma de sacrificio marxista.

Una sociedad de hombres blancos confinados en el sur del mundo vio cómo esa turba bizarra amenazaba todo aquello que amaba, incluidas sus instituciones hechas a imagen y semejanza del norte civilizador; de esta forma, fue colocada en el plano inclinado que la llevaría al mundo latinoamericano, en el que jamás habían pensado inscribirse.
Gauchos, peones rurales, mucamas, obreros bonaerenses y morochos provincianos eran una multitud dada a los excesos y a gustos no homologados, una pesada carga de la América profunda que amenazaba invertir la dirección del vector Sur, representado en la tapa de la revista que por entonces ejercía el comisariado cultural y del buen gusto. El vector en el logotipo de esta revista señalaba el sur desde el norte, mostrando simbólicamente la dirección aceptada para influencias y homologaciones. El conjunto de las novedades políticas y culturales aportadas por el peronismo conformaban un indeseable programa estético capaz de invertir la dirección del vector de influencias, lo que provocaría un reflujo contaminante hacia las activas aguas de la modernidad de posguerra.

La leyenda del descamisado gigante

El monumento al descamisado fue pensado como un gigantesco hito urbano que estaba destinado a convertirse en el emblema arquitectónico de la revolución justicialista,colocando, por sobre todas las edificaciones de la ciudad, la figura sólida, austera y amenazante de un obrero del conurbano bonaerense. Su emplazamiento también tendría un fuerte valor simbólico: el enorme basamento obturaba la traza de la avenida Figueroa Alcorta en las cercanías del actual Canal Siete; la silueta de 137 metros recortaría el cielo sobre los palacios y embajadas del Barrio Parque como un invitado indeseable en medio de una lujosa fiesta. Imaginemos a Victoria Ocampo abriendo las ventanas de su palacete modernista y viéndose confrontada con esta ominosa figura vertical que la llevaría a un dialogo metafórico con la diversidad; diálogo que seguramente ella preferiría, tener al menos, con Rabindranath Tagore u, ocasionalmente, con sus mucamas.
Todo este proyecto acabó en 1955 cuando su construcción avanzaba velozmente. Aquel descamisado siguió el camino del olvido hasta que su memoria tomó la desmesura de la leyenda, que lo volvió poderoso y resentido desde su destierro en la Isla de los Muertos.

El descamisado gigante es la sombría encarnación de un monumento no realizado, un Golem activado por las “Veinte Verdades” de una doctrina nunca homologada. Vengador de los humillados, aterroriza agitando su garrote de tres ramas sobre las cabezas de los explotadores codiciosos y de los tilingos intelectuales. (Nota de Francisco Núñez Proaño: Mi padre me enseñaba de niño el juego de “cazar a los tilingos”, nunca perdí la costumbre)
Crece y se alimenta con la miel negra que brota de los resentimientos acumulados por los deseos, goces y pasiones ancestralmente negados. Merodea el bosque oscuro en los alrededores de la ciudad capitalista, que lo ignora con soberbia indiferencia. Sólo espera una señal de su líder creador, el único capaz de pronunciar su verdadero nombre, la cifra por la cual avanzará y todo quedará en ruinas.

(Ilustración: "Gótico Justicialista".Oleo sobre tela de Daniel Santoro.
http://www.danielsantoro.com.ar/

lunes, 8 de julio de 2013

Preparando un taller de poesía

Veinte poemas para empezar
estoy buscando esos primeros
para después llamar a mis amigos
y juntarnos

como unos veinte panes
que permitan conversar sin el dolor del hambre

como veinte piedras
para romper la oreja que no escucha
y soñar con el final de la injusticia

no mas de veinte
para empezar nomas
y entusiasmarnos

para sentir que son el sol
y el aire
la libertad
y los balazos
los guardapolvos y las rejas
y el olor de tu piel y tu cocina.

Francisco Mina
8 de Julio de 2013

miércoles, 3 de julio de 2013

Documental "Pensar el 15"




































El viernes 12 de Julio 17:30 proyección y debate. Un debate que seguramente durará mucho mas que el encuentro de mañana.
Dice Leonardo Maldonado en el trailer "somos el 15". Debatimos porque lo queremos, porque eso somos: una comunidad educativa, terciara, pública, democrática de altísima incidencia en el ascenso social de este lugar de la Argentina. Felicitaciones a Leonardo y los alumnos que empujaron este proyecto. Nos vemos el viernes.

lunes, 13 de mayo de 2013

Cuando se viaja desde Abra Pampa. Rodolfo Kusch


Cuando se viaja desde Abra Pampa hacia el oeste se sigue un largo camino que sube una lomada y de pronto se topa uno con el pueblo de Cochinoca. Las casas se desparraman a lo largo de un cerro y entre ellas aparecen las iglesias. Hacia el fondo se extiende un llano y a lo lejos se levantan las lomadas de la Puna. Cuando se llega, se encuentra uno con gestos de sorpresa y el típico recelo con que es recibido el forastero. Cuando pudimos lograr alguna comunicación nos llevaron a recorrer el pueblo. Supimos así de la proximidad de la fiesta de Santa Bárbara, de la migración de sus habitantes, de la penuria de reunir el agua durante el año y de muchas cosas más. Por supuesto, cuando nos disponíamos a volver hubo que llevar gente a Abra Pampa. Así conocimos a Mamaní, un viejito flaco, de piel arrugada, vestido con sombrero y traje y gestos vitales y rápidos. Nos había dicho que iba a llevar un bultito y cuando vino trajo dos corderos cuarteados para venderlos en Abra Pampa. En el camino hablamos de adivinación. Sospeché que conocería algo de adivinación boliviana, pero el viejito se escurría con toda habilidad. Se diría que desconfiaba de nosotros.
Cuando llegamos a Abra Pampa lo dejamos en el mercado. Luego lo vimos una vez más, caminaba con gesto apesadumbrado. Me quedó la preocupación sobre lo que le pudo haber ocurrido, quizás algún desencuentro, o alguna mala venta. Un hombrecito como Mamaní daba la idea de lo que es una vida atrapada por la Puna. Seguramente tendría una manada de corderos, viviría en una casa de adobe donde haría sus rituales propiciatorios y se tomaría al fin de la semana algunos vinos. Cuando volvíamos rumbo al sur pensamos qué significa vivir en América. O mejor se trata de preguntar algo más. Decir que vivimos en América el viejito y yo sería demasiado superficial. La pregunta iría a algo más profundo, ¿qué había de común entre la vida de ese viejito y la mía?
Si analizamos su vida que consiste sólo en llevar el cordero cuarteado para vender o en llamarse Mamaní, o en habitar desde hace tiempo en Cochinoca, evidentemente no habría nada en común. Al fin y al cabo, yo vivo en la ciudad, me dedico a escribir, soy profesor y vivo en una casa de ladrillos, no tengo nada que ver con Mamaní. Es más, infiltramos entre él y nosotros una cierta evolución en el tiempo que nos distancia considerablemente. Hacia nosotros crece la civilización y hacia Mamaní decrece, y en el medio se dan varios siglos de heroicos inventos y de grandes conquistas logradas por la humanidad. Pero, aunque nos cuenten todo eso, no puedo evitar la intuición de que entre el viejito y yo hay algo en común. Para encontrar esto habrá que dejar de lado los esquemas y las ideas hechas y obrar un poco como hace el filósofo: seguir la intuición para lograr al cabo de una reflexión, seguramente incómoda, lo que hay de común entre ambos. En suma, ¿qué es eso de vivir los dos en América y qué tenemos en común? Si con la primera pregunta me refiero a un simple episodio, con la segunda trato de encontrar el sentido mismo de la vida, que va más allá de América.
Claro que no se trata del estilo de vivir, porque en ese sentido se puede pensar que vivir es otra cosa. Si fuera por el estilo, creemos que lo hay en Jujuy o en Buenos Aires. Ahí, en cada esquina tenemos una cigarrería, un almacén, vamos al cine, al concierto y nos bañamos con frecuencia. Por ese lado perdemos a Mamaní. Pero ¿en qué queda entonces la intuición de que entre él y uno mismo hay algo en común? Preguntar así significa entrar en el secreto mismo de la vida, ya no en América sino en general. Pero aquí entramos en las tinieblas. ¿Sabemos acaso qué es vivir? Vivir es una condición atávica condicionada por milenios de vida de la humanidad pero que no conocemos. ¿Lo sabrá Mamaní? Puede ser.
Recuerdo un brujito muy simpático que en Tihuanaco me había realizado varios rituales propiciatorios, tal como hacen los aymaras. Mi impaciencia ciudadana me hacía preguntarle por qué hacía tal cosa y por qué hacía tal otra. Al principio me contestaba fabulando motivaciones en las cuales él no creía, pero, como yo insistía, se limitó a decir en aymara: Ucamau mundajja: “El mundo así es”. Decir “así es el mundo” significaba abstenerse de encontrar causas. Pero significa también haber perdido la impaciencia y aceptar la realidad en su verdadera constitución. Pensemos que el mundo moderno no está muy lejos de esa misma actitud. Cuando la física moderna descubrió que no podían determinarse las causas de los fenómenos, los científicos se limitaron a la simple descripción de los mismos. Es una forma de decir “así es” al fenómeno físico. Pero claro está que si empleamos el término “así es” para determinar lo que hay de común entre Mamaní y uno mismo, no significa que estemos diciendo algo. Pero he aquí el problema: ¿podemos decir algo de lo que hay en común?
Juzgamos la vida un poco por lo que ella manifiesta. Si Mamaní hubiera tocado el erque en Cochinoca nos habría llamado la atención, ya que en la gran ciudad eso no se hace, pero tampoco en Cochinoca se daría un concierto de violín. Decir que la vida es esto o aquello encierra un margen de miedo. ¿Será que el vivir mismo se da antes que el gesto, en un área misteriosa? Si se da en el misterio no sabremos qué decir, y si no sabemos qué decir entramos en el silencio. Detrás del gesto, del erque, del violín y aún de la palabra, está el silencio, y en ese silencio se abre un largo camino que se interna en el misterio. Ahí no cabe otra cosa que decir “así es”, y decir así es una explicación por el silencio. ¿Y nada más? Pues le parece poco. Decir “así es” es aceptar el misterio del vivir mismo y hacer esto es reconocer nada menos que la duda del porqué se ha venido al mundo. Es el misterio de una misión que no conocemos, pero tomando la palabra “misterio” en el sentido griego, como mystés, el guía, que nos lleva por corredores ignotos. La noche oscura de San Juan de la Cruz o la tortura filosófica de enfrentar un silencio donde nada determinamos.
Pero ahí mismo se adivina esa comunidad de estar todos en lo mismo, donde yo y Mamaní nos fundimos. Es el milagro de estar, antes de ser. El fondo común, antes de que yo me llame Kusch y el hombrecito Mamaní. Es un área no pensada e imposible de pensar. El silencio en suma, y detrás del silencio quizá un símbolo: quizá los dedos de la divinidad, la misma que estuvo arrugando los cerros: una vida realmente en común, la mía, la del viejito y la de la Puna, y todos en silencio.

Rodolfo Kusch

Artículo publicado por primera vez en San Salvador de Jujuy, el 25 de junio de 1988

Gunter Rodolfo Kusch nació en la ciudad de Buenos Aires el 25 de junio de 1922. Egresó de la Facultad de Filosofía y Letras de Buenos Aires en 1948 con el título de profesor de Enseñanza Secundaria, normal y especial en Filosofía. Desde temprano, abocó sus estudios a los problemas de los aborígenes americanos, tema al que le dedicó su vida. Vivió sus últimos años en Maimará, lugar desde el que se despidió el 30 de septiembre de 1979.

miércoles, 1 de mayo de 2013

Tiempos modernos. Charles Chaplin

Feliz día del trabajador!

Hoy es el dia del trabajador.
Escuche temprano en una radio un reclamo de varios oyentes, seguramente asalariados, que se quejaban por el cierre de algunos "shopping" en este dia.
Hoy se recuerda una huelga de trabajadores en Chicago el 1 de mayo de 1886, reclamando una jornada de trabajo que no superara las ocho horas. Tres dias después se reunieron 20000 personas en una plaza en continuidad con la huelga. Luego de una represión sangrienta de la policia se apresaron a 180 trabajadores, de los cuales se condenó a tres de ellos a prisión y cinco (los principales dirigentes) a la horca. Son los llamados mártires de Chicago.
La jornada de ocho horas acercaba una dedicación al trabajo que no destruyera la salud del trabajador. También reconocía que el hombre trabajador tenía otras posibilidades mas allá de su lucha por el pan. Era también una mejor distribución de la riqueza, porque la jornada habitual era de 10 horas, pero en algunas fábricas de mucha producción se llegaba a jornadas de 18 hs. De este modo el empresario empleaba a menos ciudadanos, generando mas desocupación y mejorando su ganancia a fuerza de explotación.
No estamos celebrando la transformación creativa de la naturaleza. No es el dia de la felicidad que produce reinventarlo todo para vivir mejor. No es el dia del artesano, el dia del artista, el dia de la victoria sobre la enfermedad, el frio, el hambre, la incomunicación. Es el dia de la lucha por la dignidad en un contexto de trabajo deshumanizado. Es el dia de las disputas entre las enormes ganancias de las empresas y los grupos concentrados de poder, y el lugar del hombre común y sencillo que contempla esta desigualdad. Es el dia en que dejamos de ser espectadores y asociándonos a los demás trabajadores, luchamos por lo que nos corresponde.
Estamos en una época donde volvemos a jornadas enormes para muy pocos. Soy docente, y veo con tristeza la alegría de compañeros que creen tener un buen sueldo cuando trabajan desde las 7 de la mañana hasta las diez de la noche. Frente a esto la dificultad de muchos para un salario que les permita comer, vestirse, llevar los chicos a la escuela y comprar algun remedio cuando es necesario.
El mundo entero tiende a la concentración de la riqueza y la pérdida del empleo como contenedor social.
Hay que volver a hablar de la jornada de trabajo (en el siglo XXI no deberían ser de seis horas?). Hay que volver a reunirse para exigir derechos. Hay que volver a pensar en el trabajo como participación creativa, democrática, amigable con el medio ambiente. El trabajo como un derecho social.

El taller del Borda antes de ser demolido.
Quisiera recordar en este día a los locos del Borda y a los que trabajan con ellos. Acaban de derribar el taller protegido 19 que abría la puerta del trabajo a "los que estan afuera".
También mi cariño y respeto a los trabajadores de las cooperativas "Argentina trabaja". Mucho ignorante verborrágico insulta a esta gente que cobra un salario de $1200. El año 2001 destruyó a los mas débiles. No solo este gobierno se ha hecho cargo de esa masacre social, nos hemos hecho cargo los que respaldamos esas políticas públicas con el voto popular. Para algunos solo será "ayuda social", para otros, la oportunidad de ingresar a la mesa grande del trabajo.
Por último, perdón por lo personal del recuerdo, la memoria y la gratitud para mi querido viejo ausente, un carpintero de manos callosas.
Feliz día!

miércoles, 6 de febrero de 2013

Nostalgia del invierno


El sol en el verano
es un fuego excesivo.
De tanta luz no deja ver las cosas.
Es un calor sobrante
tanto derroche ahora,
y tan poco para el frío del invierno.

Su terrible soberbia calcinante
se contagia entre la gente,
y tanta piel sin sugerencia
atenta contra el humano juego
del descubrimiento y el deseo.

Y así yo extraño el fuego de la leña,
las lágrimas mas fáciles,
las sonrisas mas cómplices,
la búsqueda sin fin de los refugios.

Francisco Mina (Verano del 2013)

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