Hoy es el dia del trabajador.
Escuche temprano en una radio un reclamo de varios oyentes, seguramente asalariados, que se quejaban por el cierre de algunos "shopping" en este dia.
Hoy se recuerda una huelga de trabajadores en Chicago el 1 de mayo de 1886, reclamando una jornada de trabajo que no superara las ocho horas. Tres dias después se reunieron 20000 personas en una plaza en continuidad con la huelga. Luego de una represión sangrienta de la policia se apresaron a 180 trabajadores, de los cuales se condenó a tres de ellos a prisión y cinco (los principales dirigentes) a la horca. Son los llamados mártires de Chicago.
La jornada de ocho horas acercaba una dedicación al trabajo que no destruyera la salud del trabajador. También reconocía que el hombre trabajador tenía otras posibilidades mas allá de su lucha por el pan. Era también una mejor distribución de la riqueza, porque la jornada habitual era de 10 horas, pero en algunas fábricas de mucha producción se llegaba a jornadas de 18 hs. De este modo el empresario empleaba a menos ciudadanos, generando mas desocupación y mejorando su ganancia a fuerza de explotación.
No estamos celebrando la transformación creativa de la naturaleza. No es el dia de la felicidad que produce reinventarlo todo para vivir mejor. No es el dia del artesano, el dia del artista, el dia de la victoria sobre la enfermedad, el frio, el hambre, la incomunicación. Es el dia de la lucha por la dignidad en un contexto de trabajo deshumanizado. Es el dia de las disputas entre las enormes ganancias de las empresas y los grupos concentrados de poder, y el lugar del hombre común y sencillo que contempla esta desigualdad. Es el dia en que dejamos de ser espectadores y asociándonos a los demás trabajadores, luchamos por lo que nos corresponde.
Estamos en una época donde volvemos a jornadas enormes para muy pocos. Soy docente, y veo con tristeza la alegría de compañeros que creen tener un buen sueldo cuando trabajan desde las 7 de la mañana hasta las diez de la noche. Frente a esto la dificultad de muchos para un salario que les permita comer, vestirse, llevar los chicos a la escuela y comprar algun remedio cuando es necesario.
El mundo entero tiende a la concentración de la riqueza y la pérdida del empleo como contenedor social.
Hay que volver a hablar de la jornada de trabajo (en el siglo XXI no deberían ser de seis horas?). Hay que volver a reunirse para exigir derechos. Hay que volver a pensar en el trabajo como participación creativa, democrática, amigable con el medio ambiente. El trabajo como un derecho social.
El taller del Borda antes de ser demolido. |
También mi cariño y respeto a los trabajadores de las cooperativas "Argentina trabaja". Mucho ignorante verborrágico insulta a esta gente que cobra un salario de $1200. El año 2001 destruyó a los mas débiles. No solo este gobierno se ha hecho cargo de esa masacre social, nos hemos hecho cargo los que respaldamos esas políticas públicas con el voto popular. Para algunos solo será "ayuda social", para otros, la oportunidad de ingresar a la mesa grande del trabajo.
Por último, perdón por lo personal del recuerdo, la memoria y la gratitud para mi querido viejo ausente, un carpintero de manos callosas.
Feliz día!
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Gracias por participar con tu opinión y comentarios. Deja tu nombre por favor al pie del mismo
Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.