Bienvenidos

Este blog es un lugar de escritura. Podes encontrarte con poesías, con crónicas, con apuntes de filosofía, con ideas en gestación, con escritos de alumnas y alumnos... podes encontrarte. La fotografía del cóndor volando en libertad, la saqué en el Cerro Tronador, muy cerca de Bariloche. Me llamo Francisco Mina. Cocino bien, jugaba al futbol, sigo andando en bicicleta, y soy profesor de Filosofía en educación terciaria en Escobar y Campana (Argentina al sur)

lunes, 15 de noviembre de 2010

La educación como sorpresa y novedad.

El ministerio de educación convocó a los futuros docentes de este postítulo para un curso de capacitación.
El prof. Alberto Florio nos ofreció una exposición sobre la historia de las escuelas en cárceles y el derecho de las personas privadas de la libertad a la educación.
Al concluir la exposición alguién preguntó sobre que cosas debía ofrecer la escuela en la cárcel.
Reproduzco la respuesta de Alberto y la compartimos:



Uno de los aspectos más importantes es trabajar con la posibilidad que tienen las prácticas educativas de trasformar la realidad, de neutralizarla, o de aceptarla. Entonces, es necesario ser conciente de una intencionalidad política.
Entonces, tenemos que trabajar el ámbito escolar y ampliarlo dentro del ámbito de la cárcel. Que la escuela nuestra y nuestro acto educativo se prolonguen en lo posible en los espacios de la cárcel. Y eso puede hacerse a través de la misma escuela, ya que nuestras leyes garantizan los trabajos extracurriculares, por ejemplo. Y también tratando de conciliar con modelos de educación no formal. Aquí hay que tener cuidado, porque a veces se habla de educación no formal y se trata de gente de los institutos que enseña cosas locas, caprichosamente ¿no? Esos talleres de carpintería que no tienen carpintería… Yo hablo de la educación popular; de equipos docentes que se reúnan y que autónomamente y en relación con la escuela ingresen a los pabellones para trabajar un tema que me parece importantísimo: el tiempo.
El tiempo marca la subjetividad. El tiempo de la cárcel es un tiempo uniforme. Es un tiempo vacío. Es el tiempo de la espera.
Con un compañero recordábamos a Borges cuando dice: "la vida es corta, las horas son largas". Las horas en la cárcel son largas. Entonces ¿cómo darle valor a ese tiempo, enfrentar el tipo uniforme del encierro?
Uno de los elementos de la práctica educativa es la sorpresa y la novedad.  Tenemos que sorprender con prácticas. Tenemos que romper la rutina. Que haya siempre algo del encuentro y de la sorpresa. Esto es fundamental. La escuela debe sorprender a estos alumnos que están en este tiempo homogéneo. Porque junto con ese tiempo de espera, la cárcel tiene también una profunda soledad.
El hombre preso es un hombre solo. Pero a su vez un hombre solo sin intimidad. Es tremendo el daño que se le produce a esa subjetividad. Lo único que lo salva es que podamos hacer que ese tiempo se constituya en parte del sujeto. Ese tiempo que hace que el hombre sea un presente proyectado hacia el futuro. ¿Cómo podemos hacer que ese sujeto en determinado momento se apropie de ese tiempo y le dé valor? Porque ése es uno de los desafíos de la escuela: romper la rutina, generar la novedad y darle valor al tiempo.
Otro recurso es el trabajo cooperativo. El aprendizaje cooperativo es fundamental en los contextos de encierro. Porque la misma dinámica carcelaria los hace individuos de una misma especie, son todos “iguales”. Nosotros tenemos que matizar eso en el aprendizaje cooperativo. E incluso jugar ciertos roles… A veces a los chicos de los institutos le decimos: “¡a ver vos que dibujás!”, “¡a ver ese chiste que estoy esperando!”… Una serie de invitaciones para que vayan aflorando estas potencias que tienen dentro de ellos, para que se sientan individuos y se puedan asir de algo. El buen humor es una forma de alegrar la vida y eso también es valioso.
Entonces, les decía, la práctica educativa debe valorar ese tiempo y así darle valor al sujeto.
A veces, cuando éramos chicos, nuestros viejos nos daban como un cheque en blanco, una libertad, y uno a ese cheque en blanco no fallaba. A estos pibes, a veces, tenemos que darles un cheque en blanco: “Vos, organizá esto, Gaby, organízame este seminario." Y lo organiza.
No se si con esto contesto a la pregunta, pero trabajaría esos temas. Las prácticas educativas nuestras tienen que evitar la rutina y generar siempre sorpresa y novedades. Y hacer que lo común, lo rutinario, en determinado momento, genere un quiebre, una ruptura. Porque eso conmociona. Es lo mismo que pasa cuando uno lleva a un chico de la calle a una cárcel. Cuando sale dice: “¡Pero son como nosotros!”
¿Cómo "son como nosotros"? Fíjese usted la potencia que tiene lo que dice ese chico. “Son como nosotros.” Quiere decir que tenía un estereotipo que se rompió. Y ese es un aprendizaje.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Gracias por participar con tu opinión y comentarios. Deja tu nombre por favor al pie del mismo

Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.

Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...