(Los ruidos son por la tormenta, se ven los relámpagos. El cielo y el tango tronando en un patio de Escobar)
El domingo 29 de enero pasamos una noche de tango de barrio muy linda. Gracias a la Biblioteca "20 de diciembre" de Escobar por cobijar siempre este tipo de cosas. Muy especialmente al Maestro y Luthier Ramiro Desimone por generar un espacio de encuentro y participación desde el tango.
Los que no cantamos en escenarios, generalmente lo hacemos en el auto, en el baño, en un andamio, en el taller de trabajo, susurrando en un alto del camino,... Nos acompañan las orquestas, los cuartetos, los maestros, en la imaginación. Ese tipo de canto es el que permite que la vida tenga algún sentido humano. Le da compañía a los momentos felices, y en el caso del tango muy especialmente, mitiga el dolor. Es una música necesaria. Por eso nuestras versiones no están tan ligadas a los matices de la voz, sino a los matices de la vida y de la muerte. En cada tango que ayer se cantó, seguramente hay historias, hay recuerdos. El ensayo de esos tangos fue la vida. Los tangos a la parrilla en el patio de la biblio son mas bien “tangos vitales”, “tangos robados al autor por la necesidad”. Dan la oportunidad a todos, también a los que saben de escenarios, de cantar desde esta necesidad vital. Gracias nuevamente, y que se repita.
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