Etiquetas, diagnóstico y clasificación.

Un video que publicó una amiga en facebook (Gracias Ala!) y que provoca la discusión sobre el diagnóstico.
Un tema que abordamos en Etica y Deontología Profesional de la Carrera de Psicopedagogía.
Preguntas que surgen:
¿El diagnóstico describe la realidad o la genera?
¿Cual es la relación entre diagnóstico y escucha?,
¿entre diagnóstico como generalidad y realidad única de cada persona?
¿cual es la relación entre diagnóstico y poder?
Y quizás lo específico del video: ¿cual es la responsabilidad profesional en la elaboración del diagnóstico infantil?

Las respuestas? Siempre son menos interesantes que las preguntas.
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A partir de la publicación de esta entrada, se generó un debate en un muro de facebook muy interesante. Coincido en muchas de las posiciones de la discusión, tanto a favor como en contra del planteo, pero prefiero no enunciarlas para abrirlas en el diálogo del aula.

Un poco de buen sol

Uno solo busca un poco de buen sol,
y el mar en sus espaldas
y refrescar su cuero y sus dolores.

Soñar para adelante,
marcar un buen camino a los cachorros,
pisar la arena sin tanto culpamiento.

El gusto a sal, eso busca uno,
y un poco de buen sol.

Francisco Mina

Verano de 2011

Para Martin y sus sueños

Encontrar la propia voz.

Me han invitado a participar en un proyecto de trabajo con adolescentes y jóvenes "en situación de riesgo"..., o sea pobres y con entradas en alguna comisaria.
Se me ocurren miles de alternativas, pero una sola necesaria: escuchar. Como si fuera tan fácil escuchar! Lo primero que debemos encontrar es nuestra propia voz, nuestra mirada. Todo un esfuerzo para deshacerse de voces ajenas y miradas prestadas que parecen nuestras. No se trata de andar modificando, sino tan solo de encontrarse, de ajustar el oído a eso único que es lo nuestro. Esa voz, esa mirada, es el hueso mismo de una sinceridad existencial, de una verdad sin griteríos, pero fuerte como el agua, como el aire.
Desde esa voz propia escuchada es posible escuchar a los demás. Porque yo no soy ni adolescente, ni joven, ni estuve preso y lo que quiero es escuchar que le pasa a estos pibes. Escuchar tranquilamente, y entender algo...y ya no ser igual.
Un intérprete no repite, vuelve a pronunciar aquello incompleto que fue escrito.