Esa mujer camina por la orilla
del mar
y de si misma
La espuma y las rodillas
se le vuelven leves
como el sol de madrugada que la mira
Su andar es como el pálpito del agua
que va y que viene
buscando siempre una salida
Ella camina al sol
a la orilla de si
acariciando el mar con sus pupilas
Francisco Mina
Enero de 2016