Se terminó el invierno.
Un día el frio cede
y salen, desahogados
los verdeados de las ramas grises
Tus manos y las mías
entendieron el frío
y trabajaron
no preguntaron nada
hicieron lo que había que hacer
y trabajaron
Y así estuvimos mudos
atentos,
vigilantes del ruido de los huesos,
cansados, doloridos,
pero caminantes.
Se han aquietado ya
los reclamos de muerte
que aparecían en todos los cajones
de la casa
¿Miraste el sol?
¿Viste que tibio viene el aire?
Compañera de lucha
de andar haciendo vida
Ayer miré como dormías
y me tranquilizó.
Francisco Mina
Primavera 2015